1-Mantén una presencia visible
Esto ayuda a disuadir a los posibles delincuentes. Caso práctico: Durante un turno nocturno en un centro comercial, un vigilante hace rondas regulares en áreas clave, lo que disuade a un grupo de adolescentes que consideraban vandalizar la propiedad.
2-Estar alerta y observar bien el entorno
La atención a los detalles puede prevenir incidentes. Caso práctico: Un vigilante de seguridad en un banco nota a una persona actuando de manera sospechosa cerca de los cajeros automáticos. Al acercarse discretamente, logra prevenir un intento de fraude.
3-Conocer y seguir los protocolos de seguridad
Esto garantiza una respuesta adecuada en situaciones críticas. Caso práctico: En caso de un incendio en un edificio de oficinas, el vigilante sigue el protocolo, evacuando a las personas de manera ordenada y asegurando que todos lleguen a los puntos de encuentro establecidos.
4-Comunicarse efectivamente
Tanto con el equipo como con las personas a las que sirves. Caso práctico: Durante un evento masivo, un vigilante utiliza su radio para coordinar con otros vigilantes la movilización de la multitud, asegurando una evacuación fluida y segura ante una emergencia.
5-Mantener la calma bajo presión
Esto permite tomar decisiones claras en momentos críticos. Caso práctico: Ante una confrontación violenta en un bar, un vigilante mantiene la calma, utiliza técnicas de desescalada verbal y logra resolver la situación sin que nadie resulte herido.
6-Ser un buen solucionador de problemas
A menudo, los vigilantes deben tomar decisiones rápidas. Caso práctico: Cuando se detecta una fuga de agua en un área crítica de un hospital, el vigilante rápidamente redirige el flujo de personas y coordina con el mantenimiento para evitar riesgos mayores.
7-Tener conocimientos básicos de primeros auxilios
Esto permite tomar decisiones claras en momentos críticos. Caso práctico: Ante una confrontación violenta en un bar, un vigilante mantiene la calma, utiliza técnicas de desescalada verbal y logra resolver la situación sin que nadie resulte herido.
8-Usar la tecnología a tu favor
Cámaras, alarmas, y sistemas de control de acceso son herramientas clave. Caso práctico: Utilizando las cámaras de seguridad, un vigilante identifica a individuos intentando ingresar sin autorización a un área restringida de un almacén y actúa rápidamente para impedirlo.
9-Desarrollar habilidades de defensa personal
Para protegerte a ti mismo y a otros en caso necesario. Caso práctico: Un vigilante de seguridad enfrenta a un ladrón armado con un cuchillo. Gracias a su entrenamiento en defensa personal, logra neutralizar al atacante sin causarle daño grave, protegiendo a los presentes.
10-Reportar y documentar incidentes de manera precisa
Esto ayuda en la toma de decisiones futuras y mejora la seguridad. Caso práctico: Después de manejar una disputa entre dos grupos en un concierto, el vigilante detalla el incidente en un informe, lo que posteriormente ayuda a mejorar las estrategias de seguridad para eventos futuros.
